Es bien sabido que las compañías farmacéuticas desarrollan algunos de sus productos para responder a una cierta demanda. En los últimos años, el acné ha empezado a ser cada vez más frecuente en adultos, y ese incremento ha hecho que emerjan distintos “tratamientos”. Internet es caldo de cultivo de todo tipo de supuestas curas para el acné, en el que la mayoría de estos tratamientos no tiene ningún tipo de validez científica. Incluso algunos productos comercializados a través de negocios tradicionales pueden haber conseguido eludir los diferentes controles administrativos. Uno de estos productos es el peeling químico, que puede suponer un riesgo para la salud.
Los peelings químicos son unos cosméticos que se basan en productos químicos para acelerar la exfoliación de la piel. Se ha estado hablando de estos productos como un método barato para mejorar las arrugas, las manchas cutáneas y, por supuesto, el acné.
Sin embargo, estos productos químicos, en algunos casos son peligrosos, ya que pueden llegar a producir quemaduras serias y, al igual como ocurre con una quemadura convencional, pueden aparecer cicatrices.
Normalmente los productos para hacer el peeling químico usan más de tres ingredientes activos, entre los que pueden encontrarse el resorcinol, el ácido láctico y el salicílico. Si ya de por sí estos nombres suenan agresivos, en grandes dosis pueden serlo mucho más. Así que, por favor, si va a usar uno de estos peelings químicos, consulte primero con un especialista, ya que son los médicos los únicos capaces de usar estos productos de forma adecuada y segura. No juegue a la ruleta rusa con su piel, porque los resultados de algunos de estos “tratamientos” pueden ser peores que el propio acné.
Actualizado el 2020-11-09