Un cirujano plástico de Chicago ha estado usando el bótox de una forma totalmente novedosa: para tratar el acné. Inyecta este relajante muscular directamente en la piel para eliminar los poros abiertos, reducir la producción de sebo y, claro está, los brotes de acné.
El acné aparece cuando las glándulas sebáceas generan un exceso de grasa en los poros. Las bacterias usan ese sebo para alimentarse y multiplicarse, causando la inflamación del poro y la aparición de espinillas. Según este especialista, el bótox paraliza la producción de sebo, privando a la bacteria de sustento.
Lo cierto es que el procedimiento de inyectar pequeñas cantidades de bótox en la dermis es muy complejo técnicamente. Debe hacerse con mucha precisión o se pueden acabar modificando de forma radical las expresiones faciales del paciente.
Se cree que el bótox funciona bloqueando la acetilcolina en la dermis. Se sabe que la acetilcolina incrementa la producción de sebo. Además, este tratamiento paraliza el pequeño músculo erector del pelo que rodea el poro y causa su expansión.
Hay que tener en cuenta que otros tratamientos para el acné severo no han tenido una buena aceptación. El Accutane, por ejemplo, es un medicamento que reduce la producción de grasa, pero sus efectos secundarios pueden incluir daños en el hígado, sangrados en la boca, defectos en fetos e, incluso, el suicidio. No obstante, este tratamiento con bótox está todavía en fase experimental, por lo que tendremos que esperar para saber si puede constituir una alternativa.
Actualizado el 2020-11-09