Muchas mujeres usan todo tipo de cosméticos sin preguntarse qué consecuencias pueden tener en el acné. Si es usted una mujer que en cuanto se aplica un poco de colorete sufre un brote de acné, no es una causa aislada. Se trata del acné cosmético.
Este tipo de acné es el resultado de una irritación o reacción adversa que aparece por el uso de algunos cosméticos y que provoca la aparición de espinillas, pústulas inflamadas, puntos negros o pápulas en la zona de aplicación de dichosproductos. Esto no ocurre de un día para otro. La formación y desarrollo del acné lleva su tiempo, pero una vez que aparece, puede persistir durante largos periodos de tiempo, incluso aunque hayamos dejado de usar el cosmético que lo provocó.
Es común que las mujeres no seamos conscientes de la relación entre los cosméticos y los brotes de acné precisamente porque éstos no suceden de forma inmediata en el tiempo. Por el contrario, la aparición del acné puede hacer que decidamos usar más cantidad de cosméticos para esconder las inflamaciones. Sin darnos cuenta, estamos agravando la situación.
¿Qué productos pueden causar acné? Cuando hablamos de cosméticos no nos referimos solo al maquillaje, sino a más productos de belleza que pueden producir un brote de acné. Por ejemplo, los champús, acondicionadores y tintes para el cabello son susceptibles de causar dichos brotes. Contienen aceites y otros ingredientes que pueden obstruir los poros si resbalan hacia nuestra cara, ya que son difíciles de limpiar. Por lo tanto, si vemos que el acné nos sale sobre todo en la frente, cerca de la nuca y en la parte alta de los pómulos, tal vez tengamos que considerar cambiar alguno de nuestros productos para el pelo.
También muchos jabones, geles y exfoliantes pueden obstruir los poros causando acné. En particular los exfoliantes pueden tener componentes que irriten la piel. Lo mismo ocurre con las diferentes lociones y cremas que usamos en la cara y en el cuerpo. Todas ellas pueden contener ingredientes que obstruyan los poros provocando brotes de acné.
En cuanto a qué mujeres tienen un mayor riesgo, por un lado están las que han empezado a usar cosméticos durante la adolescencia y por otro aquellas que empiezan a usarlos tarde y, a la vez, empiezan a experimentar brotes de acné.
La buena noticia es que el acné cosmético, al ser provocado por un factor externo, es fácil de prevenir y tratar dejando simplemente de usar el cosmético (o cosméticos) que lo habían causado. Por lo tanto, es un caso claramente distinto al del acné hormonal y al causado por la herencia genética, cuyo tratamiento es mucho más complejo.
Así pues, es importante que cuando usemos un nuevo cosmético estemos atentas a la reacción que va a tener nuestra piel a ese cosmético. Si pasado un cierto tiempo aparece acné, lo mejor es dejar de usarlo y tomar siempre nota de los cambios que hayamos hecho. Una vez que sepamos la causa del acné, podremos buscar siempre el tratamiento más adecuado.